Matrimonio obligado

En México, la relación entre ciudadanos y gobierno está dañada. Ninguno quiere tratar con el otro. Funciona como un matrimonio obligado hasta que la muerte nos separe, sea por muerte natural o por tragedias y accidentes evitables, como el colapso de la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México y una larga lista de eventos trágicos que, con distintas magnitudes y distintos grados de irresponsabilidad y negligencia, ocurren todos los días en todo el país.

Seguimos viviendo juntos, porque como en muchos matrimonios, las partes viven atrapadas en una relación tóxica y co-dependiente.

En esta analogía conyugal, en la que la familia es la sociedad, la casa es la ciudad, los ciudadanos somos los proveedores del hogar y el gobierno es el que supuestamente cuida y administra todo, existen múltiples causales de divorcio.

Un cónyuge-gobierno, que maltrata y amenaza constantemente a su pareja con privarle de la libertad y quitarle todo lo que tiene (terrorismo fiscal), que despilfarra y hace mal uso de los recursos que con el sudor de la frente el cónyuge-ciudadano le da cada mes para alimentar, cuidar y educar a la familia, y para construir y mantener funcionando y en buen estado la casa de todos. Y como consecuencia del mal trato y mal uso de los recursos, los cónyuges-ciudadanos hacen lo posible para no contribuir más al sostenimiento del hogar.

No obstante lo anterior, se trata de un matrimonio indisoluble. Estamos atrapados recíprocamente por una simple y sencilla razón: ninguna parte puede sobrevivir sin la otra. Nos guste o no, estamos obligados a la convivencia, y por lo tanto al cumplimiento cabal de las reglas y obligaciones establecidas en el contrato social (la Constitución y las leyes que de ella emanan).

El colapso de la Línea 12 del Metro es solo una muestra más de que el cónyuge-gobierno no está cumpliendo cabalmente con la obligación de construir con honestidad y eficiencia, y con la calidad necesaria, la casa común (las obras públicas).

Y al respecto hago esta pregunta: ¿cuál es el estándar de calidad mínimo que las obras públicas deben tener?

¿Deben hacerse como las mejores del mundo, o porque somos un país "pobre" deben ser mediocres o como para nada más salir del paso?

En mi opinión, la calidad de la obra pública debe ser siempre la más alta posible (que no es lo mismo que lujosa) con diseños eficientes, tecnología de punta y con la experiencia y conocimientos aplicados que mejor logren los objetivos y garanticen su calidad, bajo mantenimiento y vigencia por el mayor tiempo posible.

Y por supuesto, cumpliendo con todas las normas y procedimientos de construcción aplicables. Lo digo porque el gobierno es el primero en atreverse a violar la ley, a desviar recursos reduciendo criminalmente especificaciones, o asignando contratos a compañías inexpertas, con lo que además de dilapidar los impuestos que pagamos, ponen en riesgo la vida de todos.

Y eso pasa por ser juez y parte. Ellos mismos se autorizan, contratan y supervisan; ellos mismos se reciben las obras, y se dan los permisos de operación o habitabilidad.

Llaman a expertos y a terceros imparciales no para revisar proyectos antes de ejecutarlos y no para supervisar obras y mantenimiento, sino para dictaminar tragedias, para tapar el pozo luego del niño ahogado.

Además, el nulo o mediocre mantenimiento que a regañadientes dan a las obras públicas es por lo general correctivo, no preventivo. Reponen o reparan (y no siempre) lo que se rompió. Lo que se cayó.

En lugar de que los legisladores pierdan el tiempo mandando iniciativas de ley que jamás prosperarán, como el intento por controlar las redes sociales u obtener datos biométricos de los ciudadanos, etcétera, más nos serviría a todos que se pongan a legislar nuevos procedimientos y requisitos para convocar, licitar y contratar el diseño, construcción, supervisión, administración y mantenimiento de la obra pública, y establecer los estándares de calidad mínimos a los que deben sujetarse.

Si así se hiciera, en lugar de que las obras públicas sean bombas de tiempo o barriles sin fondo, serán una inversión duradera que le agrega valor a la casa de todos, y que podemos usar y disfrutar con la tranquilidad de que no va a explotar, no se va a inundar, incendiar o a caérsenos encima.

"Se requieren expertos
para contratar expertos".

Yo