Adoctrinados

Luego de que la cifra de personas desaparecidas en México superara las 100 mil, el presidente López Obrador dijo que el aumento del número de desaparecidos "es porque antes no los buscaban y ahora sí". Esa respuesta me recordó una anécdota atribuida a Bono, vocalista y líder de la banda de rock U2, supuestamente ocurrida durante un concierto (unos dicen que fue en Irlanda, otros que en el Estadio Azteca).

Independientemente de donde haya sido, cuentan que, a medio concierto, Bono pidió al público silencio total, cosa difícil de lograr con una masa de fanáticos excitados. Una vez que la audiencia guardó silencio, el rockero comenzó a aplaudir con una espaciada cadencia: primero un aplauso, luego otro, luego otro..., para al final del dramatismo decirle al público "cada vez que aplaudo muere un niño de hambre en África". Habiendo dicho eso, desde el fondo del estadio se oyó a una persona del público gritar: ¡Pues deja de aplaudir, pendejo!

El razonamiento era sencillo: si cada vez que Bono aplaudía moría un niño, sus muertes se evitarían dejando de aplaudir. En esa misma lógica, si el Presidente afirma que "hay más desaparecidos porque ahora los buscan y antes no", habría entonces que decirle "¡Pues deje de buscarlos!".

La cantidad de desaparecidos no aumenta ni disminuye porque los buscan o no. O el Presidente realmente no entiende nada, o dice lo que sea para justificar la falta de resultados, o ambas.

Lo relevante de esta desgracia es que el número de desaparecidos se ha incrementado, independientemente de cuántos buscaban antes y cuántos buscan hoy. Me parece perverso que el Presidente todos los días manipule la lógica para meter a la población desinformada en un mundo de ficción, para hacer y decir cosas sin razón y redefinir la realidad al grado de hacer creíble lo irracional.

Así es la 4T, una irracionalidad que ha distorsionado el sentido común del pueblo; un lavado de cerebro masivo llevado a cabo por AMLO a lo largo de 21 años (18 años de campaña como candidato y/o oposición, y 3 de campaña como Presidente).

La manera de detener esta locura inviable de la 4T no es con datos duros, ni con planes de gobierno racionales y factibles que solo hacen sentido a los más informados y educados, o a quienes anteponemos la razón a la emoción, sino además de eso, con un plan de manejo mental y emocional de los millones de mexicanos que creen las mentiras y falacias del líder de la secta político-espiritual llamada Morena, para regresarlos a la realidad, a pensar con lógicas sanas y recuperar el sentido común.

El propio Presidente lo ha dicho de diferentes maneras: la 4T es una reforma del pensamiento, una reeducación, para mí, un adoctrinamiento que cae exactamente en la definición de lo que se conoce como "lavado de cerebro": técnicas de persuasión basadas en recompensas selectivas mediante las cuales, el domador (el que domestica) somete las creencias, conductas y pensamientos de un individuo o de una sociedad, con el propósito de ejercer sobre ellos controles políticos y morales.

Ahora bien, ¿qué se hace con los adoctrinados? Es difícil lograr su "despertar" ("snap out", le llaman los psicólogos que tratan con lavados de cerebro). El proceso, para desprogramar la mente, es similar al del propio adoctrinamiento, pero en sentido inverso, con la dificultad de que todos los que no formamos parte del grupo, movimiento o secta, somos vistos como el enemigo (adversarios neoliberales, nos llama el líder).

La técnica consiste en minar poco a poco las creencias de los adoctrinados sin ridiculizar sus posturas y sin ataques que los ponen a la defensiva, sino con preguntas acerca de lo que piensan para "deconstruir" juntos las falacias, hacer ver las fallas de su lógica y la irrealidad de sus objetivos. Y si hubiera progreso en esto, si se dio el "snap out" o "despertar", pasar a restablecer nuevamente su identidad, la validez de su propia opinión y la confianza en sí mismos.

El trabajo que la oposición debe hacer de cara al futuro, y en especial al 2024, es mucho más psicológico que político. Debe incluir un proceso de "reeducación" profunda de masas adoctrinadas, cambiar las promesas de un mundo mejor basado en mentiras y quimeras que de buena fe compraron y sustituirlas por ideas nuevas basadas en la verdad, el sentido común y el pensamiento crítico.

"Ganar votos es la consecuencia de ganar mentes".

Yo