IQ Ó PQ

En una reciente reunión de amigos, físicamente distantes, pero emocionalmente cercanos, comenzamos a hablar acerca de personas que a pesar de ser (o parecer) lo que conocemos como "inteligentes", sus vidas personales son un desastre en muchos sentidos.

La inteligencia se ha definido de diferentes maneras. Unas relacionadas con la capacidad de percibir o deducir información y retenerla como conocimiento para ser aplicado en el momento necesario, otras se refieren a la capacidad de lógica y comprensión, razonamiento y planificación de ideas complejas, y otras más al pensamiento crítico o a la creatividad.

Esa medición de inteligencia conocida como IQ (Intelligence Quotient) la cual resulta de la aplicación de ciertos "tests" diseñados ex profeso, para mí más que una medida de inteligencia es un descubrimiento de determinadas habilidades o incapacidades específicas, y que tienen que ver con destrezas mentales para hacer ciertas analogías, rotaciones espaciales o cálculos numéricos rápidos, o con una memoria privilegiada que permite la retención de muchos datos, lo cual en muchos casos sólo sirve para impresionar audiencias, hacer gala de mañas o fórmulas mnemotécnicas aprendidas, o para cuando buscamos personas idóneas para desempeñar determinadas funciones.

Por ello se habla de diferentes tipos de inteligencia, como la lingüística, la lógico-matemática, la emocional, espacial, musical, corporal, etcétera.

Por ejemplo, hay quienes sin ser idiotas, somos lo que coloquialmente se conoce como "norteados", pero tenemos capacidad de visualización tridimensional; hay quienes no pueden relacionar un mapa con la calle o carretera en la que están y otros que ni siquiera pueden entender lo que leen. Pero esas habilidades o incapacidades que salen a la luz con determinados tests, no nos hacen más o menos inteligentes.

Para mí la madre de las inteligencias, y a la que nadie hace referencia, es aquella que tiene que ver con la capacidad para sobrevivir y lograr una buena calidad de vida, y que llamaría "inteligencia de prosperidad" PQ (Prosperity Quotient).

No se confunda esto con el índice de bienestar o felicidad que nuestro bien amado Presidente quiere establecer en lugar de la medición del crecimiento económico.

Lo que quiero decir es que de nada sirve tener una memoria privilegiada o destrezas mentales extraordinarias si se vive en la ruina, se es odiado, o si los conocimientos adquiridos a través de la ciencia y la tecnología, no se traducen en beneficios tangibles para sí mismo y para los demás.

Debemos medir la inteligencia de las personas, y en especial la de quienes tienen a su cargo la dirección de un país, una empresa o una familia, por los beneficios o perjuicios que sus decisiones acarrean.

Habría que estudiar la fórmula del Coeficiente de Prosperidad, pero sus componentes tendrían que ser una relación entre los problemas que una persona enfrenta y su capacidad para resolverlos favorablemente, de manera que una inteligencia superior sería aquella cuyas decisiones terminan beneficiando a más personas.

No se necesita mucha inteligencia para ser feliz rodeado de circunstancias favorables, con los "astros alineados", como dirían los que creen en la suerte y los horóscopos. No hay mejor prueba de una inteligencia superior que ver una persona feliz en medio de dificultades.

Siempre será más inteligente, no quien más nombres memorice, más fórmulas matemáticas resuelva, o más dinero gane, sino quien al final de cuentas vive mejor y es más amado que los demás.

 "La inteligencia se mide en función
del bienestar que produce".

Yo