Proyecto México

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Hace unos días vi la entrevista que le hizo Carlos Loret de Mola al gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro.

Debo decir que me sorprendió positivamente la claridad de los conceptos planteados por el gobernador, respecto de las alianzas de los principales partidos políticos de oposición para hacer un frente común en las próximas elecciones, con el único objetivo de quitarle la mayoría del Congreso a Morena.

A la pregunta expresa de que si Alfaro y Movimiento Ciudadano rompieron la unidad de la alianza opositora, el gobernador respondió: "Si los partidos hubieran tenido la capacidad y la visión de ponerse al servicio de un proyecto nacional se podría haber hecho un gran frente opositor (...) la señal, el mensaje de una alianza PRI-PAN confirma la idea de la mafia del poder, y que la ambición por el poder público puede más que cualquier tipo de principio o de convicción".

Tiene razón Alfaro al decir que es un error pensar que desde un escritorio de la CDMX se puede incidir en lo local, y que es mejor primero construir acuerdos locales que le den soporte a un gran acuerdo nacional.

Para el gobernador, la iniciativa de Sí por México es una buena idea, un buen planteamiento hecho por los empresarios con un espíritu constructivo, pero "se les olvidó que están lidiando con dirigencias nacionales de partidos políticos, a los que lo único que les importa son las (candidaturas) plurinominales, ver cuántos diputados les tocan a sus partidos. No veo un interés legítimo en construir un acuerdo que le sirva a México", dijo.

Según Alfaro, en el PRI hay intereses muy poderosos que le están haciendo el juego a Morena, y ve cierta "ingenuidad" de los que se sentaron a la mesa de Sí por México, que piensan que todos los convocados tienen intenciones nobles.

Si alguien como el gobernador de Jalisco, que tiene un conocimiento íntimo de los intereses de los partidos políticos, opina que en éstos no hay buena fe y lo único que buscan son cuotas de poder para seguir haciendo lo mismo de siempre, seguramente hay algo de cierto en ello.

Yo veo en esta alianza la oportunidad para construir un proyecto de nación (Proyecto México) que integre a todos los opositores y realmente beneficie a los mexicanos. De esta manera, la alianza trascendería más allá de un simple reparto de cuotas de poder, o de diputaciones y alcaldías entre los partidos participantes.

La pregunta que con toda razón hace el gobernador de Jalisco es: "¿Cuál es el proyecto de nación que está detrás de esta alianza opositora? Lo que tendría que haber es un planteamiento de hacia dónde queremos llevar al país y eso no se ha puesto sobre la mesa. No se puede construir el acuerdo de una alianza opositora sin siquiera haber definido para qué se quiere hacer esa alianza", dijo.

Celebro la claridad del planteamiento del gobernador Alfaro, y debo decir que hablar claro y decir lo que se piensa con respeto, pero sin tapujos, ayuda a todos.

No se me malinterprete. La idea de esta alianza opositora me parece no solo válida, sino necesaria y urgente ante la falta de contrapesos, la rápida destrucción institucional del país que la 4T ha hecho en apenas dos años y ante la totalitaria, divisoria, antidemocrática y corrupta forma de gobernar.

Sin embargo, una alianza así debe ser algo más que un mero movimiento anti-AMLO o anti-Morena, con lo que en el mejor de los casos solo se habrá cambiado una mafia política por otra.

Arrebatar la mayoría del Congreso debe ser visto solo como el primer paso hacia una -no la quiero llamar transformación ni regeneración porque estas palabras ya están tomadas, distorsionadas y devaluadas- llamémosla (r)evolución política, social y educativa, con un proyecto de país viable y confiable, para que sin quimeras ni demagogia se den pasos firmes para en el mediano plazo sacar a millones de mexicanos de la pobreza extrema, la ignorancia y la incertidumbre. Un proyecto por y para México al que todos los ciudadanos y todos los partidos políticos nos sumemos para llevarlo a cabo sin importar quién lo encabece.

Veámoslo así: de nada servirá que Morena pierda las próximas elecciones si la nueva mayoría resulta ser más de lo mismo: grupos políticos que lo único que les interesa es acceder al poder para satisfacer oscuros intereses personales.

"La mentira tiene fecha de caducidad".
Enrique Alfaro