Soluciones colectivas

Es difícil encontrar aprendizajes que realmente sirvan para mejorar la vida colectiva que hemos convertido en un nudo de envidias, resentimientos, antagonismos y rencores latentes, que se detonan a la primera discrepancia o contrariedad y se manifiestan de varias maneras, grados de desprecio, ira o violencia.

Hace unos días tuve la fortuna de toparme con uno de ellos. Decidí compartirlo porque creo que puede ayudar a cambiar la forma como interactuamos y nos relacionamos con los demás, particularmente con aquellos con los que tenemos diferencias, sean éstas fundamentales, superficiales o formales.

Se trata de una plática dada en Silicon Valley por Josh Wardle, artista y experto en tecnologías interactivas, como parte de un evento llamado SF Tech Poetics, titulada "Why April Fool's Day Sucks" (¿Por qué el Día de los Inocentes apesta?).

Lo que Wardle plantea es que las plataformas tecnológicas en las que se involucran millones de personas permiten sacar lo mejor de nosotros, pero también lo peor. En ellas surgen, además de tonterías, problemas reales y asuntos serios que necesitan ser atendidos, convirtiéndolas en "la oportunidad para explorar soluciones creativas a problemas reales" y existan no sólo para fines comerciales, difusión de noticias (falsas y verdaderas), o para sacar resentimientos, sembrar caos, miedos y odios o para juegos y entretenimiento banal. Para Wardle, el Día de los Inocentes es un ejemplo de cómo millones de personas, empresas e instituciones aplican en un día y al mismo tiempo su creatividad de manera desordenada y aislada para fines inútiles.

El mensaje central es que a través de las plataformas tecnológicas, en las que millones de personas participan o interactúan simultáneamente, la creatividad y la inteligencia colectiva son muy superiores a las de cualquier individuo o grupo aislado. Los caminos de solución que espontáneamente se van forjando a partir de múltiples y disruptivas ideas son impensables de manera individual. Lo que Wardle propone es aprovechar la interacción mundial que se da en las plataformas tecnológicas para canalizar la creatividad y talento colectivo hacia la solución de problemas comunes.

Cualquier buen líder sabe que todo logro es el resultado de las aportaciones y colaboraciones de equipos de trabajo, las más de las veces multidisciplinarios.

Las lecciones que Josh saca de diversos experimentos y del desarrollo de juegos y plataformas tecnológicas son varias: 1. "Los usuarios son más creativos que nosotros". 2. "Unir a las personas a través de las diferencias es fácil". 3. "Nuestras interacciones son definidas por las plataformas que construimos".

Estas lecciones son útiles no sólo para lograr mejores experiencias lúdicas o mejores productos comerciales, sino para desarrollar nuevas redes y plataformas que en lugar de fomentar antagonismos, rivalidades y desconfianzas, propicien, a partir de las diferencias (económicas, culturales, políticas, etcétera) el desarrollo armónico de la sociedad y soluciones nuevas a viejos problemas.

Así, en lugar que desde las posiciones de liderazgo se impongan visiones particulares para la realización de un proyecto o la solución de un problema de cualquier índole, la masa de consumidores, diseñadores, pensadores, ciudadanos, etcétera, por medio de plataformas interactivas creadas ex profeso, podrían proponer o aportar libremente sus ideas, con la seguridad de que el resultado será sin duda superior, y en el peor de los casos será menos defectuoso e incluirá valiosas consideraciones que de otra manera habrían sido omitidas.

De esta plática (que pueden ver en https://youtu.be/OXzfvYoFQFo) yo saqué un aprendizaje que tal vez suene tonto, pero no lo es tanto: Nadie hace nada solo.

Todo en la vida requiere de una u otra forma de la colaboración de alguien más, ya sea porque utilizamos materiales o herramientas que alguien produjo, o porque partimos de ideas, conocimientos y experiencias concebidas, desarrolladas y vividas por otros.

Lo que hacemos es nada más construir sobre lo construido, agregar o quitar ingredientes a la receta de la vida.

"No hay nada nuevo bajo el sol, sólo nuevas formas de acomodar lo mismo".

Yo