Agnotología



El título de este artículo se refiere a lo que considero uno de los principales males de nuestra época, la ignorancia, la cual es explotada sin pudor alguno por muchas personas sin escrúpulos, pero de manera muy especial por la clase política.

Explico: La agnotología (del griego "agnosis", desconocer o desconocido, y "logía", estudio) es el estudio de la ignorancia o duda culturalmente inducida, especialmente en lo que se refiere a la publicación de datos científicos erróneos o tendenciosos, es decir, actos deliberados para sembrar la confusión y el engaño, para vender igual una idea, un producto o un favor.

En los años sesenta, la industria tabacalera utilizó estas tácticas para contrarrestar los esfuerzos antitabaco, sembrando dudas y confusión acerca de si el fumar causa cáncer.

"La duda es nuestro producto", decían. (La duda) es la mejor manera de competir con el volumen de información que existe en la mente del público en general y para crear controversias.

El término fue acuñado por Robert Proctor, profesor de historia de la ciencia y la tecnología de la Universidad de Stanford, quien investigó cómo la ignorancia se genera activamente en la sociedad, ya sea a través del secretismo militar o judicial, o por medio de políticas deliberadas.

La manufactura de la ignorancia es muy común, decía Proctor.

Esto lo vemos en casos de verdades científicas que se ponen en duda, como la del calentamiento global, la teoría de la evolución o la reciente duda acerca de la eficacia de las vacunas para el Covid-19, que a pesar de contar con datos incuestionables (como que el 98% de los fallecimientos por Covid-19 son de personas no vacunadas), se siguen poniendo en duda en algunos grupos sociales, religiosos y políticos.

En el caso del poder público, la degradación de la verdad es absoluta. La retórica de la desinformación hace que el debate gire no en torno a datos, sino en torno a propuestas para cambiar esos datos y la realidad. Un ejemplo de ello fue la propuesta que hizo el presidente de México para cambiar el índice de crecimiento económico basado en el PIB, y que en 2019 exhibió el nulo crecimiento económico del país (0.1%), por un índice alternativo llamado "Índice de Bienestar" para que el desarrollo se mida no en términos económicos, sino del "bienestar" y la "felicidad del pueblo" (guateverdatmins).

Frente a cualquier información que resulta negativa para un gobierno, una empresa o una persona sin escrúpulos, la degradación de la verdad es la pauta a seguir, y eso se logra utilizando cualquiera de las siguientes artimañas: primero, como siempre, negar los propios hechos. Si alguien vio o filmó algo inconveniente, hay que decir que se confundió o que el video está editado; si los datos duros son negativos, la opción es minar la credibilidad de las fuentes por muy solventes que sean, y si nada de lo anterior funciona, lo que toca es afirmar que se tienen "otros datos" o inventar un escándalo o una ocurrencia lo suficientemente absurda como para distraer la atención de la verdad y los datos irrefutables del momento (¿suena familiar?).

Los estudiosos de la agnotología dicen que el efecto combinado de estas estrategias es brutal: la producción intencionada de ignorancia, con la colaboración de políticos y de las "benditas" redes sociales que manipulan la opinión pública y terminan creando la llamada "posverdad", que no es otra cosa que una distorsión de la realidad en la que priman las emociones y las creencias personales frente a los hechos objetivos.

La agnotología sirve igual para vender productos milagro que para ganar una elección, porque se trata de hacer que las decisiones de comprar o de votar se tomen basadas en creencias y emociones, y no en razones.

En el mito de la Caverna de Platón, el famoso filósofo griego planteaba que la verdad es independiente de nuestras opiniones. Estará siempre ahí, aunque nadie crea en ella.

Al final las mentiras subsisten y acaparan la atención porque "funcionan" en nuestras cabezas. Son lo que queremos que suceda, aunque no sea posible. Y como siempre habrá una mayoría de personas que quisiera que su realidad fuese diferente, es que siempre habrá una persona o un político sin escrúpulos que se aproveche de ello para ganar dinero vendiendo placebos o ganar votos prometiendo paraísos.

"Mientras más sé, menos creo".

Bono