Sabiduría o ignorancia

 

Luego de la cancelación en 31 segundos -mediante una votación a mano alzada orquestada por el Presidente López Obrador- de la obra del Metrobús en La Laguna, de la intención de inundar Texcoco, de amenazar a quienes en ejercicio de sus derechos se amparan contra decisiones presidenciales, de que la confianza para invertir en México se esfuma a pasos agigantados, etcétera, con toda honestidad intelectual me pregunté: ¿qué tal si el ignorante soy yo y el sabio es el pueblo y el Presidente?

Buscando información que me ayudara a comprender mejor qué es o en qué consiste la sabiduría, lo cual no siempre tiene que ver con conocimientos derivados del estudio, sino con experiencias, inteligencia y cierto instinto o facultad natural que algunas personas tienen para actuar con sensatez y prudencia, llegué a un sitio (webislam.com) en el que aparecía un artículo titulado "El sabio y el ignorante", cuyo autor Omar Joray enumera 14 puntos que explican de una manera clara y sencilla las diferencias entre una persona sabia y una ignorante.

Quise escribir al respecto, porque la principal cualidad de la democracia es que cualquier persona puede llegar al poder, y su principal riesgo es precisamente ése (que cualquier persona puede llegar al poder); me parece de importancia toral confrontar los argumentos y las decisiones del "pueblo", del Presidente o las propias, con los puntos que dicho artículo expone, y con toda la objetividad y autocrítica posible analizar si éstas provienen de la virtud de la sabiduría o de los laberintos de la ignorancia (por razones de espacio omito algunas partes):

1. Cuando el sabio comete un error, afirma: "no estoy viendo algún aspecto relativo de la realidad global " (...) Cuando el ignorante comete un error, afirma: "mi realidad parcial es la correcta, y como es realidad absoluta la debo defender de convertirla en realidad relativa".

2. Un sabio sabe que la adversidad es como una montaña de ladrillos de opuestos que debe ascender (...) de ese modo, baila al ritmo de las circunstancias, sin chocar con ellas. Un ignorante se siente víctima ante la adversidad (...) y de continuo choca con las circunstancias.

3. Un sabio sabe que el resultado de las cosas depende de su mirada interna (significados). Si cambia su mirada cambia los resultados. Un ignorante sabe que el resultado de las cosas depende de lo que está pasando.

4. Un sabio reposiciona su enfoque al cambio de circunstancias y así atraviesa puertas cerradas. Un ignorante está siempre "muy ocupado" en su enfoque absoluto (cerrado).

5. Un sabio enfrenta los hechos concretos sin deformarlos ni teñirlos con significados subjetivos. Un ignorante deforma los hechos para que coincidan con sus creencias, así la realidad (imaginaria) se le presenta como él la planeó.

6. Un sabio se compromete sólo con la verdad (...). Un ignorante está casado con sus contradicciones para confirmar sus certezas de vida.

7. Un sabio va viviendo sin conclusión final. Un ignorante vive comparándose, y saca rápidas conclusiones con dos datos sueltos de la realidad.

8. Al ser interrogado: Un sabio ve lo que está mirando la otra persona y responde desde la otra persona con un enfoque global. Un ignorante sólo quiere causar buena impresión.

9. Un sabio imita y trata de aprender de aquellos que saben más que él. Un ignorante desafía (compite) a aquellos que saben más que él (...) con intención de superarlos.

10. Un sabio vive (...) entregado a lo más grande. Un ignorante vive (...) en una isla y lo más pequeño (sus caprichos) le fabrican su vida.

11. Un sabio reflexiona: Debe haber una nueva mejor forma de vivir que yo no sé. Un ignorante reacciona: "Esta es la vieja manera como siempre la hice. Desde los viejos enfoques, respondo a las nuevas circunstancias".

12. Un sabio está interesado en trascender sus opuestos. Un ignorante está interesado en solucionar sus problemas.

13. Un sabio se guía por principios (...). Un ignorante se guía por sus estados de ánimo.

14. Un sabio sabe que la perseverancia da madurez, y ésta produce comprensión (...). Un ignorante es prisionero de (...) sus profundas posesiones emocionales y desconoce a lo más grande.

Cualquier semejanza con AMLO y la 4T es mera coincidencia.

"Si culpamos al pasado para evadir
responsabilidades presentes, seremos
la culpa del futuro".

Yo